En el Centro Histórico de Setúbal, cada calle, edificio, fachada, vereda o balcón es un trozo de memoria de la ciudad.
Aquí el pasado se remonta a las épocas fenicia y romana, pero un viaje por la Baixa es más que una lección de historia; es también pasear por una amplia zona comercial al aire libre.
A cinco minutos de la Praça de Bocage, centro del casco histórico, se encuentra el Convento de Jesús -clasificado como Monumento Nacional- donde se encuentra el Museo de Setúbal. Otro punto de interés es la Igreja de Jesús, considerada el primer ensayo en el país de una iglesia de salón.
Desde el convento, dirígete hacia la Praça de Bocage, un verdadero punto de partida para descubrir el centro. A partir de aquí, el siglo XXI convive íntimamente con los legados romano y medieval.
Rodeada de explanadas, la Iglesia de S. Julião exhibe el rico pórtico manuelino, en el que figuras grabadas en piedra hace unos 500 años observan la venta diaria de artesanías.
Una antigua oficina de información turística, actualmente un espacio que agrega la oferta en las áreas de turismo de naturaleza, gastronomía y enoturismo alrededor de la centralidad de Arrábida, también merece una visita porque el suelo de cristal deja ver una antigua fábrica romana de salazón de pescado.
Cerca, en Largo de Santa Maria, se encuentra la séptima catedral de Santa Maria da Graça, un templo que está al lado de la Casa do Corpo Santo/Museu do Barroco. En dirección a la Avenida Luísa Todi, asegúrese de admirar la Casa do Leão.
En nuestra aclamada sala de estar, Praça do Bocage, puede visitar el increíble edificio Paços do Concelho y la Sala Municipal. Allí se pueden desvelar algunos de los grandes secretos de este mundo que es Setúbal. Justo en frente, disfruta de un momento de relajación en la Casa do Turismo, donde tienes la posibilidad de descubrir y adquirir algunos de los mejores sabores de la región y terminar tu recorrido en la Casa da Cultura. No se sorprenda si encuentra allí un momento mágico proveniente del mundo de las artes.
En la avenida Luísa Todi, la Baixa se queda atrás y merece otra incursión. Hay mucho más por descubrir y Setúbal pide al visitante que lo descubra con gusto y tiempo.