Un buen punto de partida para conocer la Reserva Natural del Estuario del Sado es el Moinho de Maré da Mourisca, que representa un testimonio centenario de cómo el Hombre ha adaptado las fuerzas naturales en su propio beneficio.
Esta sugerencia recae en un viaje en coche, pero es pertinente recordar que existen empresas que desarrollan diversas actividades de ocio en la ría.
La comunidad de delfines mulares es uno de los ex-libris de estas ofertas turísticas, que proponen distintos paseos por el río para observar la que es una de las pocas comunidades de delfines sedentarios del mundo.
Al retomar la carretera de acceso a Moinho de Maré, se sigue hasta la Estrada Nacional 10, en dirección a Pontal de Musgos, desde donde se divisa una amplia zona de la ría.
La observación de fauna y flora es, además, uno de los puntos de mayor interés, pudiendo ver, según la temporada, patilargas, flamencos, águilas palustres o cigüeñas blancas.
En la Reserva Natural del Estuario del Sado existen varias salinas, testimonio de la importancia que tuvo en la zona la industria de la extracción de sal.
Toda esta zona destaca por su riqueza y variedad ecológica, por lo que bien merece la pena aventurarse y recorrer los inmensos senderos y pequeños caminos que la componen.