Y cuando el aire de la montaña se haga más fuerte, persigue a las sepias con la sartén y conoce la fauna marítima del estuario del Sado en un mural pedagógico, pero también artístico. Es imposible marcharse de este lugar sin hacerse una foto con nuestros peces.
¿No conseguiste la sepia? Baja por la Avenida Luisa Todi hacia el muelle del ferry y quizás lo encuentres sentado, como Fernando Pessoa, invitándote a un café de reconciliación.